Las bajas presiones y la acción del mar crean unas “ondas”
que se van convirtiendo en olas conforme se acercan a la costa. Estas olas son
producidas por el mar y no por el viento, independientemente de si lo hay o no.
Y es evidente que si también hubieran olas producidas por el viento, éstas
serían anuladas ya que la Mar de fondo es más potente.